El sector farmacéutico juega un papel vital en la sociedad, al proporcionar productos y servicios que mejoran la salud y el bienestar de las personas. Sin embargo, también se enfrenta a grandes desafíos en términos de sostenibilidad y responsabilidad social.
Para abordar estos desafíos, se propone la integración de los principios de ESG (Environmental, Social, and Governance), en la estrategia de las farmacéuticas. No solo desde la perspectiva medioambiental, sino desde una perspectiva más amplia que abarque todos los ámbitos. Esto permitirá a las empresas farmacéuticas tomar decisiones más responsables y contribuir de manera más efectiva a un futuro sostenible y equitativo, tal como marca el pacto de Paris reflejado en los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible).
Las áreas a considerar incluyen:
Medio ambiente:
• Cambio climático y emisiones de carbono:
Las empresas farmacéuticas deben establecer objetivos claros para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. Esto se puede lograr mediante la adopción de prácticas de fabricación más eficientes, el uso de energías renovables y la optimización de la cadena de suministro.
• Contaminación y residuos:
Las empresas deben adoptar políticas de gestión de residuos que minimicen el impacto ambiental. Esto implica un correcto tratamiento de los residuos resultantes de la producción, así como la implementación de programas de reciclaje y reutilización de ciertos materiales.
• Conservación de recursos naturales: Fomentar prácticas de conservación de agua y energía en las operaciones farmacéuticas, así como la protección de la biodiversidad en las áreas donde se llevan a cabo actividades de investigación o producción.
Responsabilidad social:
• Acceso a medicamentos: Las empresas farmacéuticas deben comprometerse a garantizar el acceso equitativo a medicamentos y tratamientos a nivel global. Esto puede lograrse a través de la colaboración con gobiernos, organizaciones sin fines de lucro y otras partes interesadas para desarrollar programas de acceso asequible a medicamentos en comunidades desfavorecidas.
• Salud y seguridad: Implica aplicar la innovación en los procesos para mantener los altos estándares de seguridad para los clientes y los trabajadores.
• Ética en la investigación: Promover la investigación ética y transparente, respetando los derechos humanos y garantizando la seguridad de los participantes en ensayos clínicos.
• Inclusión y diversidad: Fomentar la diversidad en todos los niveles de la empresa, desde la contratación hasta la toma de decisiones. Esto incluye la promoción de igualdad de oportunidades, equidad de género y representación adecuada de minorías en roles de liderazgo.
Gobernanza:
• Transparencia y rendición de cuentas: Establecer altos estándares de gobernanza corporativa, incluyendo la divulgación transparente de información financiera y no financiera relevante. Esto permite a los inversores, empleados y otras partes interesadas evaluar el desempeño de la empresa en términos de sostenibilidad y ESG.
• Ética empresarial: Implementar códigos de conducta claros que promuevan la integridad y la ética en todas las operaciones de la empresa. Esto incluye la prevención de conflictos de intereses, el cumplimiento de las leyes y regulaciones locales e internacionales, y la promoción de prácticas comerciales justas y responsables.
Implementación y seguimiento:
Para implementar esta propuesta, las empresas farmacéuticas deben integrar los principios de ESG y sostenibilidad en su estrategia corporativa, estableciendo metas y objetivos claros.
Además, se requiere una supervisión y seguimiento regular para evaluar el progreso y realizar ajustes si es necesario. La colaboración con partes interesadas clave, como reguladores, organizaciones no gubernamentales y la comunidad médica, también es fundamental para lograr resultados significativos.
Por otro lado, la industria farmacéutica debe cumplir altos estándares de seguridad, con procesos muy regulados, lo que complica a la industria su cambio debido a los riesgos que implica. Pero hace falta valentía para poder afrontar los retos que tenemos como sociedad, innovar en los procesos, evaluando los riesgos, pero sin perder el objetivo que tenemos de reducir el impacto que generamos.
En Klinea nuestra fortaleza se centra en aportar en la parte E (medioambiente), con soluciones para las plantas de productos farmacéuticos más sostenibles, con más eficiencia de los recursos, lo que debe contribuir a la reducción de gases de GHG, pero también a la reducción del consumo de agua y a la reducción de los residuos que se producen en sus operaciones. Es por esto por lo que estamos diseñando nuevos servicios que aporten valor a nuestros clientes reduciendo y monitorizando sus KPI, para facilitarles su transición.
La integración de los principios de ESG y sostenibilidad en el sector farmacéutico no solo beneficia al medio ambiente y la sociedad, sino también a las propias empresas a través de una mayor transparencia, reputación y creación de valor a largo plazo. Al adoptar un enfoque holístico que abarque los aspectos ambientales, sociales y de gobernanza, el sector farmacéutico puede desempeñar un papel fundamental en la construcción de un futuro más sostenible y saludable para todos.
Si estás interesado en conocer más sobre sostenibilidad y cómo podemos ayudarte, contáctanos: klinea@klinea.eu